Ciudades grandes, pobreza masiva
Durante el siglo XIX y principios del XX, los Estados Unidos de América (EE. UU.), Europa y Japón se urbanizaron. Esta transformación fue impulsada por un crecimiento económico sostenido, que condujo a una rápida industrialización, estableciendo así la tendencia mundial de la urbanización en la era de la revolución postindustrial. A nivel mundial, las ciudades son centros de ideas, comercio, cultura, ciencia, productividad y desarrollo social, etc. Idealmente, la urbanización genera oportunidades para la movilidad social y económica de millones de personas. Si bien este es el caso en muchos sectores, la mayoría de los países en desarrollo se están urbanizando a un ritmo mucho más rápido con menores ingresos, productividad y crecimiento industrial que sus homólogos desarrollados hace varias décadas. [1] Una combinación de malas políticas urbanas, negligencia y factores socioculturales han creado ciudades que están superpobladas, contaminadas, con grandes barrios marginales, altas tasas de pobreza y desempleo, etc. Estas ciudades se caracterizan por enormes disparidades entre ricos y pobres. Según las Naciones Unidas (ONU) y el Banco Mundial, la pobreza y el aumento de la desigualdad se encuentran entre los mayores desafíos mundiales de la actualidad. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 1, 10 y 11 apuntan específicamente a erradicar la pobreza en todas sus formas en todas partes, reduciendo las desigualdades y construyendo ciudades sostenibles y comunidades. En África, la promesa de la urbanización sigue siendo una fantasía.
En 2015, la población urbana mundial superó los 3 mil millones de personas. Se estima que para 2030 dos tercios de la población mundial vivirán en áreas urbanas. La ONU proyecta que para 2050, 2.500 millones de personas se agregarán a la población urbana mundial: el 90% de este crecimiento se concentrará en África y Asia. [2] La disminución de las tasas de mortalidad y las décadas de alta fecundidad son algunas de las causas subyacentes del rápido crecimiento de la población en África. Estos países siguen siendo vulnerables a los conflictos, cambio climático y factores económicos que influyen en la migración masiva del campo a la ciudad. Investigaciones muestran que las disparidades regionales en la riqueza se correlacionan con un alto riesgo de conflicto en el África subsahariana. [3] La desafortunada realidad es que la urbanización está creando grandes aglomeraciones urbanas fragmentadas con oportunidades cada vez menores para la mayoría de sus habitantes. Las ciudades en toda África revelan un nivel sin precedentes -acceso desigual a recursos y servicios- de pobreza y desigualdad generalizada en el continente. Es necesario considerar la calidad de las oportunidades disponibles en estas ciudades a fin de aprovechar los beneficios de la urbanización para mejorar las condiciones de vida de los pobres urbanos. Para llegar allí, las ciudades de África deben ser accesibles, asequibles y sostenibles para su gente.
NUESTRA CIUDAD, ¿SERÁ LA MEJOR?
El proyecto de desarrollo Eco-Atlantic City en Lagos, Nigeria, una de las ciudades de más rápido crecimiento en el mundo y una mega-ciudad emergente de casi 25 millones de personas, es el último ejemplo de una “ciudad moderna” diseñada para excluir a las poblaciones urbanas pobres. La ciudad costera multimillonaria es una asociación público-privada entre inversores privados y el gobierno estatal de Lagos. Se celebra por sus “instalaciones y servicios exclusivos y de última generación”. Eco-Atlantic City está diseñada para satisfacer las necesidades de alojamiento residencial, financiero, comercial y turístico, con “infraestructura de vanguardia” en línea con los estándares modernos y ambientales. [4] [5] Sin embargo, Lagos está abrumada por la expansión descontrolada de los barrios marginales de la ciudad. Las cifras oficiales de la ONU sugieren que el 40 por ciento de la expansión urbana se está produciendo en barrios marginales. [6] Se estima que Lagos, Nigeria tiene más del 70% de su población viviendo en barrios marginales. Este nivel de pobreza y desigualdad sin precedentes está creando riesgos para la gobernanza, la salud pública, la seguridad y el medio ambiente. El gobierno del estado de Lagos no puede permitirse políticas que segregan a casi 25 millones de habitantes en líneas socioeconómicas. El intento de construir ciudades modernas con políticas que profundicen la pobreza urbana solo exacerbará los desafíos de la urbanización en un país con más de 80 millones de personas, de una población de 180 millones, que viven en la pobreza extrema [7].
La urbanización ofrece el mejor potencial para la prosperidad y la mejora del nivel de vida de un gran número de personas debido a la aglomeración de oportunidades, recursos y servicios. A medida que África continúa con su tendencia gradual hacia el crecimiento económico, las políticas urbanas caseras son fundamentales para construir ciudades inclusivas con prosperidad compartida y sostenible. El Instituto Global McKinsey (MGI) en 2015 afirmó que las ciudades representaban el 75% del producto interno bruto (PIB) mundial, y para 2030, el 86% del crecimiento mundial del PIB provendría de las ciudades. Con el fin de cultivar y maximizar el potencial de los centros urbanos de África, los barrios marginales y su residencia deficiente deben ser reconocidos y aceptados como un tejido importante y la realidad de las ciudades africanas. Para crear centros urbanos que integren las características únicas de un centro económico y sociocultural, toma sentido planificarlos con una consideración deliberada para los pobres urbanos, sus necesidades, aspiraciones y realidades sociales.
SOLUCIONES PRÁCTICAS PARA CIUDADES SOSTENIBLES
Uno de los desafíos para los responsables de la formulación de políticas en ciudades como Lagos, Nigeria y, de hecho, en todo el continente es la falta de datos censales precisos y / o información sobre sus poblaciones urbanas pobres. Este grupo a menudo se ignora, se aisla y se excluye de los procesos de políticas formales y los servicios públicos. El gobierno parece estar abrumado por su gran número. Los pobres urbanos y los habitantes de barrios marginales son vistos como invasores ilegales y una molestia que debe ser erradicada. Éste no debería ser el caso. El avance tecnológico y las innovaciones sociales han hecho que sea más fácil conectar, identificar, encuestar y mapear personas en lugares remotos o de difícil acceso. La recopilación de información de esta forma ayuda a respaldar el diseño e implementación de políticas basadas en datos. La idea de que la gente pobre es una carga urbana, incapaz de transformar sus vidas, ha sido desacreditada por organizaciones sociales como la Fundación Paraguaya [8]. A través de su innovador programa “Semáforo de la Eliminación de Pobreza” [9], los individuos y las familias pueden medir su nivel de pobreza multidimensional y motivarse para tomar medidas para superarlos. En consecuencia, los gobiernos, las empresas y las organizaciones no gubernamentales pueden identificar las carencias a nivel individual y agregado (comunidad) para la movilización de recursos, la asignación y las soluciones adaptadas para hacer frente a estos desafíos. El Semáforo de la Eliminación de Pobreza es una innovación social esencial en un mundo que depende cada vez más de los datos para comprender y resolver los desafíos humanos, a medida que avanza hacia la automatización y la inteligencia artificial.
Pocos hoy argumentarán que los países africanos pueden urbanizarse con éxito con el solo de hecho de replicar el crecimiento económico y las estrategias de desarrollo urbano de las naciones ya desarrolladas. Las políticas locales que cultivan las ideas, la creatividad y el impulso de todas las clases de habitantes urbanos ayudarán a maximizar los beneficios de la urbanización. Esto reducirá los crecientes niveles de pobreza urbana que eventualmente sofocarán el crecimiento de las ciudades en África. Las ideas y las innovaciones tecnológicas están disponibles, ¿por qué no estamos liderando el camino para construir ciudades inclusivas que funcionen para nosotros?
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Referencias
[1] Mediel Hove, Emmaculate Tsitsi Ngwerume, and Cyprian Muchemwa, ‘The Urban Crisis in Sub-Saharan Africa: A Threat to Human Security and Sustainable Development’, Stability: International Journal of Security and Development, 2.1 (2013), 1–14 <https://doi.org/10.5334/sta.ap>.
[2] World Urbanization Prospects 2014, United Nations.
[3] Gudrun Østby and Håvard Strand, “Horizontal Inequalities and Internal Conflict: The Impact of Regime Type and Political Leadership Regulation,” in K. Kalu, U. O. Uzodike, D. Kraybill, and J. Moolakkattu, eds., Territoriality, Citizenship, and Peacebuilding: Perspectives on Challenges to Peace in Africa (Pietermaritzburg, South Africa: Adonis & Abbey, 2013).
[4] Eko Atlantic City http://www.ekoatlantic.com/about-us/
[5] Dada, Akinpelu (2011–03–17). “Eko Atlantic City Project has expanded Nigeria’s territory — Fashola”. The Punch.
[6] World Economic Forum, ‘The Global Risks Report 2015: 10th Edition’, 2015, 1–62 <www.weforum.org/risks.>.
[7] 2017 Atlas of Sustainable Development Goals, World Bank.
[8] A self-sustainable, non-governmental organization founded in 1985, it spearheaded microfinance and entrepreneurship in Paraguay.
[9] A metric and methodology that allows families to trace their own poverty map and develop and implement a clear plan to overcome it.